lunes, 8 de septiembre de 2014

PAN DE SODA IRLANDÉS {IRISH SODA BREAD}... Y UN ALTO EN EL CAMINO


Ha llegado ya septiembre, de hecho ya estamos comenzando la segunda semana y nos damos cuenta de que el tiempo pasa muy rápido, sobre todo cuando estamos de vacaciones ¿verdad?

Hemos pasado unas semanas de descanso durante las que hemos disfrutado mucho: momentos para el relax, la lectura, los paseos, los baños de sol, algún que otro viaje... y alguna que otra receta..  

Durante este descanso han surgido para nosotras nuevos proyectos de cara a este "curso". Estas inquietudes resultan, por el momento, incompatibles con nuestra actividad bloggera: elegir y elaborar recetas, hacer fotos, redactar las entradas, labores de edición..., es decir, nos resulta imposible dedicar el tiempo que el blog necesita y todos los que nos seguís os merecéis.

Se trata de un "hasta pronto" que queremos despedir con una receta que ha tenido mucho éxito en los desayunos y meriendas veraniegos de nuestras casas: el pan de soda.



Aunque habitualmente publicamos en nuestro blog recetas dulces y repostería en general, hoy vamos a hacer una excepción (el reto Bake the World es la otra), y os mostraremos una manera ultra sencilla de hacer pan. 

Se trata del célebre pan de soda irlandés, un pan peculiar y diferente del que, seguro, habéis oído hablar e incluso habéis hecho en alguna ocasión.

Su particularidad estriba en que no necesita amasado ni tiempo de levado ni masa madre ni levadura, al menos la levadura que solemos utilizar para hacer pan.


Se hace rapidísimo: al no tener que amasar ni esperar a que fermente, dispones de un sabroso pan con corteza crujiente en poquísimo tiempo.

Nosotras seguimos al pie de la letra la receta de Ibán Yarza; únicamente añadimos unas pasas a la masa. Porque eso sí: si queréis un pan con más personalidad y carácter, añadidle pasas, frutos secos (nueces, avellanas...) o semillas (sésamo, lino...). Incluso fruta seca (las pasas que hemos mencionado, orejones, ciruelas...). Os quedará con un sabor más intenso y sabroso.



La miga es bastante densa y compacta: no queda esponjosa y aireada como la de un pan tradicional, pero su sabor es auténtico sabor a pan.

Y una cosa que nos ha sorprendido: habíamos leído que es un tipo de pan que no se conserva bien y que es preferible comerlo en el día. Pues bien, podemos decir que, en nuestro caso, estaba delicioso el día que lo hicimos y los dos siguientes que es lo que duró. Lo que sí hicimos fue tostarlo, recuperando entonces su textura crujiente y su delicioso sabor. Es más, se ha convertido en nuestro pan favorito para desayunar.

Nosotras lo comimos con queso y mermelada de naranja. Pero las posibilidades son múltiples: le van muy bien la mantequilla salada, los patés...

Aquí os dejamos la receta y la manera de hacerlo.

INGREDIENTES:

- 245 gr. de harina integral de trigo
- 105 gr. de harina panificable
- 280 gr. de agua
- 35 gr. de miel
- 3 cucharaditas de levadura química
- 7 gr. de sal
- un puñado de pasas


ELABORACIÓN

Antes de seguir, hemos de aclarar algo: como veréis en las fotos, hicimos este pan en un molde de plum cake. Al ser una masa muy húmeda y que requiere un simple mezclado de ingredientes, sin amasar, es imposible darle forma de pan "normal". Así que necesita un molde que le de forma. Ésa es la razón por la que lo hemos utilizado.

Otra cosa a tener en cuenta: precalentaremos el horno desde el principio. Tendremos listos todos los ingredientes y el horno caliente, de modo que cuando la mezcla esté hecha, meteremos el molde inmediatamente a cocer.

Lo primero que hacemos es mezclar en un bol los ingredientes secos: harinas, levadura y sal. Añadimos la miel y el agua y seguimos mezclando. Si tenemos pensado poner frutos secos, ahora es el momento: nosotras pusimos pasas.


Obtendremos una masa pegajosa semejante a barro. Sin mezclar más, la depositamos en el molde previamente engrasado con mantequilla y enharinado. Espolvoreamos con harina la superficie y metemos al horno precalentado a 220º.

Lo dejaremos durante unos 40 minutos. Si vemos que se oscurece demasiado, pondremos papel de aluminio por encima.

Transcurrido este tiempo, lo sacamos y dejamos enfriar unos minutos. Después, sacamos el pan del molde y lo depositamos sobre una rejilla.


Nosotras no pudimos esperar y probamos una rebanada aún tibia con queso y mermelada: muy bueno aunque con el sabor no asentado todavía. Con el paso de las horas, se intensifica el sabor y el pan se vuelve más firme.

De todos modos, este pan ha resultado una sorpresa de lo más agradable: saludable, sencillísimo de elaborar y con un sabor delicioso y peculiar.

Esperamos que lo disfrutéis como nosotras.


                  
              -------------------------------------------------------------------



Aunque temporalmente no vamos a poder publicar entradas ni hacer comentarios en vuestros blogs, no nos desvincularemos así como así de este mundo bloggero gastronómico que tantas satisfacciones nos ha dado: seguiremos, en la medida de lo posible y siempre que tengamos un ratito, al tanto de las publicaciones, novedades etc., que se vayan produciendo.

Os deseamos un felicísimo regreso y que sigáis disfrutando, como lo hemos hecho nosotras a lo largo de estos meses de actividad bloggera, del mundo apasionante de la cocina.

Hasta siempre.





lunes, 7 de julio de 2014

¡FELIZ VERANO!


De nuevo es tiempo de vacaciones.

Después de un año y algunos meses de andadura, el blog se toma otro descansito: es tiempo de desconectar (aunque a veces no lo consigamos del todo...), de relajarse sin el agobio de fotografiar rápidamente los platos de las recetas para intentar sacar su mejor cara, de descansar tumbadas a la bartola en alguna playa (aunque también de "patear" algún que otro destino apetecible)...

En resumen, de dejar un poco de lado la rutina del día a día para volver con las pilas cargadas en Septiembre.

Y de nuevo, tenemos que agradeceros vuestras visitas y comentarios, que tanto han contribuido a que el blog haya crecido de la manera que lo ha hecho: es un placer compartir con vosotros todo lo bueno que nos ha traído.

Así que nos vemos a la vuelta, hacia la mitad del mes de Septiembre, para seguir publicando contenidos y aprendiendo de otros blogs tanto como hemos aprendido hasta hoy.

Os deseamos unas felicísimas vacaciones!!

A disfrutar y sonreír...

jueves, 3 de julio de 2014

BARRITAS DE PLÁTANO, CHOCOLATE BLANCO Y AVELLANAS


Este mes de Junio, Cristina del blog Le bon vivant organiza el HEMC#62, dedicado, esta vez, al plátano.

Y nosotras hemos querido participar con esta receta: súper fácil y sabrosa, no se tarda nada en hacer y puede convertirse en un picoteo de media tarde o en un rico desayuno acompañando al primer café de la mañana.



Son barritas con una textura suave, blandita; aunque con el paso de los días se van endureciendo, el sabor se va intensificando y se nota más la presencia del plátano y el jengibre que les proporciona un aroma muy agradable.

Las avellanas les aporta un puntito crujiente muy apetecible, aunque se puede añadir cualquier fruto seco.


 Vamos con la receta.

INGREDIENTES:

- 2 o 3 plátanos maduros (unos 200-250 gr.)
- 140 gr. de chocolate blanco
- 2 huevos
- 40 gr. de azúcar moreno
- 100 gr. de harina
- 1 cucharadita de Royal
- una pizca de jengibre rallado o en polvo
- 50 gr. de avellanas (u otro fruto seco: pistachos, nueces, almendras...)


ELABORACIÓN:

Primero, precalentamos el horno a 180º.

Pelamos los plátanos, cortamos en trozos y aplastamos con un tenedor hasta obtener una especie de puré.

Partimos el chocolate en trozos pequeños y reservamos.

En un bol mezclamos la harina, el royal y el jengibre.


En otro bol batimos los huevos con el azúcar. Añadimos los plátanos y, una vez bien mezclado todo, añadimos la mezcla de harina (tamizada), royal y jengibre.

Por último, incorporamos los trozos de chocolate y las avellanas partidas en trozos también.


Forramos con papel de horno un molde cuadrado o rectangular (nosotras utilizamos uno de pyrex que ya es habitual en nuestros dulces...). Lo engrasamos bien con mantequilla y depositamos la mezcla alisando bien la superficie.

Metemos al horno y dejamos una media hora o hasta que al pinchar con una brocheta, ésta salga seca.

Dejamos templar sobre una rejilla y desmoldamos.

Cortamos barritas, como veis en las fotos, aunque también se pueden hacer cuadraditos... A nosotras nos resultó más cómoda la primera opción.


Si os apetece, se pueden espolvorear con azúcar glass como hicimos nosotras.

Os ha gustado nuestra propuesta? Pues si queréis participar todavía estáis a tiempo: tenéis hasta el 31 de Julio.

Que las disfrutéis.

lunes, 30 de junio de 2014

LECHE FRITA CON SALSA DE CARAMELO SALADO, para el Reto Tía Alia


Este mes de Junio, el Reto de Tía Alia nos propone, en su apartado dulce, un postre tradicional que casi todo el mundo conoce: leche frita.

Existen multitud de recetas para prepararla, desde la más clásica y tradicional, hasta aportaciones más actuales y novedosas.

En realidad, es uno de los dulces más sencillos de elaborar y que gusta a casi todos, aunque muy especialmente a los más pequeños: al menos esa es nuestra experiencia en casa porque a los peques les encanta.



Nosotras hemos hecho una receta muy similar a la de Tía Alia, aunque hemos introducido algún que otro cambio, como es costumbre cada vez que participamos: hemos suprimido los huevos (en casa siempre se ha hecho sin ellos) y hemos utilizado harina y maizena en lugar de solo harina.

A la hora de rebozar los trozos, lo hemos hecho con harina y huevo en lugar de con huevo y pan rallado.

Y la hemos acompañado con una salsa de caramelo salado: le da un toque diferente a un bocado tan dulzón como es la leche frita. Aunque aquí ha habido división de opiniones: a nosotras nos ha encantado el contraste mientras que otros miembros de la familia han opinado que la leche frita está estupenda de sabor sin necesidad de añadir ninguna salsa...


Vamos con la receta.

INGREDIENTES: para unos 12 o 13 trozos

- 1/2 litro de leche entera Kaiku sin lactosa
- unas ramas de canela
- piel de naranja
- 3 cucharadas de harina
- 2        "        de Maizena
- 100 gr. de azúcar
- una pizca de sal
- harina y huevo batido para rebozar y freir
- azúcar y canela para el rebozado final

Para la salsa de caramelo salado:

- 90 gr. de azúcar
- 90 gr. de nata Kaiku sin lactosa 
- 1 cucharadita de mantequilla
- un pellizco de sal


ELABORACIÓN:

Ponemos un cazo al fuego con la mitad de la leche, las ramas de canela y la piel de naranja. Dejamos que se caliente hasta que esté a punto de hervir. Retiramos y dejamos que infusione durante un cuarto de hora.

Mientras, en otro cazo mezclamos el resto de la leche fría, la harina, la maizena, el azúcar y la pizca de sal. Tenemos que obtener una mezcla homogénea y sin grumos.

Una vez transcurridos los 15 minutos, quitamos la canela y la piel de naranja, unimos ambas mezclas y llevamos al fuego. Dejamos que hierva durante unos 10 o 12 minutos. Llegará un momento en que espese: hay que remover continuamente para evitar que se pegue.
A continuación, vertemos la mezcla en un recipiente cuadrado o rectangular engrasado (nosotras en uno de pirex). Alisamos bien, tapamos con papel film (que toque la masa para que no forme costra) y dejamos que se enfríe. 

Metemos en la nevera durante unas horas para que coja más consistencia.

Una vez bien fría, cortamos la masa en cuadraditos regulares, los rebozamos en harina y huevo y los freímos en aceite caliente.


Dejamos sobre papel absorbente para eliminar el exceso de aceite. Después, los pasamos por una mezcla de azúcar y canela en polvo. Vamos depositando los trozos rebozados en el plato de servir.

Ahora preparamos la salsa de caramelo salado.

En un cazo ponemos el azúcar y dejamos que se forme un caramelo suave, clarito. Calentamos la nata en otro recipiente en el microondas: ésto lo hacemos para que el contraste de temperaturas entre el caramelo y la nata no sea muy elevado cuando los mezclemos. Aún así, hay que hacerlo con mucho cuidado. Unimos pues azúcar y nata, removiendo muy bien. Añadimos la mantequilla y la sal. Dejamos unos segundos al fuego hasta conseguir una especie de cremita ligera y sin grumos.


A la hora de servir, regamos los trocitos de leche frita con la salsa.

A nosotras la leche frita nos gusta templadita, si la comemos sola. Si la acompañamos de la salsa de caramelo, preferimos que esté fría: así notamos el contraste con la salsa caliente (no en exceso) y resulta muy agradable.

Probad a hacerla, seguro que os gusta.

Que la disfrutéis.

martes, 24 de junio de 2014

MANDAZI O MAHAMRI, para Bake the World


 Con lo que nos gusta viajar, no podíamos dejar de participar este mes en el reto Bake the World.
¿Venís a África? en concreto, a la zona oriental: Kenia, Tanzania...

Allí preparan unos bollos muy populares para el desayuno, para acompañamiento de salsas o incluso como complemento de platos principales como carne a la brasa.

Los mandazi no son demasiado dulces pero al añadirles el cardamomo y la leche de coco resultan muy sabrosos, los llaman donuts africanos.

A estos bollos tenemos que ponerles "una pega": se fríen y nosotras nos somos partidarias de añadir grasa a la repostería pero la curiosidad por conocerlos y la sencillez de la receta nos hizo ponernos con ella.

Dejamos unos cuantos mandazis para hornearlos y el resultado de esta masa en el horno no nos ha convencido, resulta bastante dura.


Vamos pues con la receta.

INGREDIENTES:

- 450 gr. de harina
- 40 gr. de azúcar
- 2 cucharadas de azúcar
- 1 cucharada de levadura seca de panadero
- 360 ml. de leche de coco
- media cucharadita de semillas de cardamomo molido
- aceite para freir
- azúcar glas para espolvorear


ELABORACIÓN:

En un bol ponemos la harina, el azúcar, la levadura, el cardamomo molido y lo mezclamos todo, agregamos el aceite y la leche de coco.
Empezamos a amasar  hasta que se forme una masa blanda y suave, no tiene que estar pegajosa, o sea, hay que amasar durante un buen rato.

Hacemos una bola y dejamos reposar en un bol tapado durante una hora y media, hasta que doble su volumen.
Sobre una superficie enharinada, dividimos la masa en 4 bolas y estiramos cada una de ellas dándole forma de círculo.

Os dejamos un enlace donde podéis ver este proceso aquí.

Dividimos cada círculo en 4 partes, nos quedarán en forma triangular.
Tapamos bien y dejamos que leven alrededor de media hora.

Ponemos la sartén con aceite y cuando esté bien caliente metemos los mandazi, cuando se empiecen a inflar les damos la vuelta hasta que tomen un color doradito.

Los sacamos y escurrimos sobre papel absorbente.

Cuando estén templados espolvoreamos con azúcar glas.

En casa las opiniones sobre los mandazi han sido variadas: a unos les han parecido poco dulces, a otros muy ricos pero con mermelada o nutella y a nosotras, estos bollos, salvo la fritura, nos han gustado, son tiernos y gracias al cardamomo y a la leche de coco los hace muy especiales.



Nos encantaría que los probáseis, es una receta muy sencilla y así sabemos vuestra opinión.

Que los disfrutéis.

jueves, 19 de junio de 2014

TARTA DE CEREZAS {CHERRY PIE}


Ya que estamos en plena temporada de cerezas, ¿por qué no hacemos una riquísima tarta, inspirada en la clásica "cherry pie" americana?.

Se trata de un pastel de masa quebrada horneada y rellena de cerezas. Las que generalmente se utilizan para este tipo de tarta son las de la variedad "morello", parecidas a las guindas y de sabor un tanto ácido. Aunque también se suele hacer con cerezas negras, más dulces y suaves.

La tarta suele cubrirse con un enrejado de la misma masa, aunque también se le suele poner una "tapa" (también de pasta quebrada), previamente agujereada, que cubre por completo la superficie del relleno de cerezas.



Aunque donde más se come es en Norteamérica, también es muy conocida en países europeos como Alemania y Austria.

Normalmente se suele servir acompañada de nata montada o helado. A nosotras nos ha gustado mucho con helado de vainilla: el contraste de sabores, texturas y temperaturas es sorprendente.

Un último apunte anecdótico: "Cherry Pie" es el título de una exitosa canción (y del álbum) de la banda de "hard rock" americana "Warrant".


Vamos con la receta.

INGREDIENTES:

Para la masa quebrada:

- 250 gr. de harina de repostería
- 125 gr. de mantequilla
- 1 huevo
- 1 cucharada de azúcar
- una pizca de sal
- agua helada (unas 2 cucharadas)

Para el relleno:

- 900 gr. de cerezas deshuesadas
- 200 gr. de azúcar
- canela en polvo
- una vaina de vainilla
- 4 cucharadas de maizena

- 1 huevo o agua y azúcar a partes iguales para pincelar el enrejado


ELABORACIÓN:

Lo primero que haremos será preparar el relleno. A ser posible la noche anterior, pondremos en un bol las cerezas deshuesadas con el azúcar, la canela y las semillas de la vaina de vainilla. Así van macerando y cogiendo sabor.

Al día siguiente haremos la masa quebrada. Tenéis las instrucciones aquí.

Ya sabéis que debemos dejarla reposar en la nevera durante un buen rato. Una vez pasado ese tiempo de reposo, la sacamos, extendemos con el rodillo y la colocamos sobre un molde redondo engrasado y enharinado. La pinchamos con un tenedor, le ponemos unas legumbres encima para que no suba y la metemos al horno precalentado a 190º unos 15 minutos.

Pasado este tiempo, sacamos el molde del horno, retiramos las legumbres y volvemos a meterlo unos minutos más (5 o 6) para que la base selle y no se reblandezca con el relleno.

Ahora volvemos con las cerezas: si vemos que han soltado mucho líquido, escurrimos parte del mismo. Y añadimos la maizena, removiendo bien para que quede todo bien mezclado.

Rellenamos la base de masa quebrada con las cerezas, repartiéndolas uniformemente. Con lo que nos ha sobrado de masa hacemos las tiras para el enrejado y las vamos colocando encima de las cerezas.


Pincelamos las tiras con huevo batido o con la mezcla de agua y azúcar.

Metemos al horno precalentado a 200º. Lo dejamos a esta temperatura durante un cuarto de hora y luego la bajamos a unos 180-190º. Tardará unos 40 minutos en hacerse. 

De todos modos, mucho cuidado con el horno, lo decimos siempre: estas cifras son orientativas y deberemos observar cómo se va haciendo el pastel. Cuando veamos que adquiere un tono dorado y que el relleno burbujea entre las tiras del enrejado, señal de que prácticamente está hecho.

Sacamos del horno y dejamos enfriar en una rejilla.

Ya tibio, desmoldamos y servimos acompañado de helado o nata. A nosotras nos gusta especialmente con helado de vainilla y cuando todavía no se ha enfriado del todo: el contraste es delicioso.

Esperamos que os haya gustado.

lunes, 16 de junio de 2014

GALLETAS DE MIEL CON RELLENO DE CREMA DE QUESO


A la hora de titular la entrada de hoy, tuvimos algunas dudas. No sabíamos si poner "galletas", "cookies", "pastas"... Porque, en realidad, es una mezcla de todas ellas: no llegan a ser unas galletas crujientes al uso, sino más bien unas pastas blanditas, muy especiadas, que van adquiriendo un sabor único con el paso de los días.

Nos recuerdan, en cierto modo, a las "pfeffernusse" que hicimos hace unos meses para el reto de Tía Alia, y que fueron un fantástico descubrimiento.


A medida que pasan los días, van adquiriendo cierta consistencia y el sabor se vuelve más pronunciado, más intenso y asentado.

El azúcar moreno que llevan, junto a la miel, les aporta un toque dulce muy agradable. Mientras que las especias consiguen un sabor intenso y un aroma delicioso y original.


El contrapunto a ese sabor dulce y especiado lo da la crema de queso del relleno: suave, densa y aromática, gracias a la pizca de jengibre que lleva entre sus ingredientes.

Rematamos la elaboración con azúcar glass espolvoreado por encima de cada "sandwich", aunque sin él están igualmente muy ricas.

INGREDIENTES: (para unas 24 galletas [12 "sandwiches"])

- 250 gr. de harina
- 80 ml. de miel
- 80 gr. de azúcar moreno
- 60 gr. de mantequilla
- 2 huevos
- 2 cucharaditas de canela en polvo
- 2         "         de jengibre molido
- una pizca de clavo molido
- 1/2 cucharadita de sal
- 1 cucharadita de Royal
- 1/2      "        de bicarbonato


ELABORACIÓN:

Comenzamos precalentando el horno a 180º.

En un bol batimos la mantequilla y el azúcar y vamos añadiendo, de uno en uno los huevos, mezclando bien tras cada adicción.

Añadimos la miel, las especias y la sal. Después, añadimos la harina con el Royal y el bicarbonato, poco a poco. Mezclamos.

Colocamos papel de horno sobre la bandeja y vamos depositando cucharadas de masa: nosotras utilizamos manga pastelera para que no quedaran muy irregulares, aunque ésto también les da un encanto especial, más rústico...

Horneamos unos 10-12 minutos hasta que adquieran un leve color dorado.

Después las dejamos enfriar en una rejilla.
Ahora vamos con el relleno. Necesitamos:

- 80 gr. de queso tipo Philadelphia
- 40 gr. de mantequilla
- 1/2 cucharadita de jengibre en polvo
- una pizca de sal
- 60 gr. de azúcar glass y algo más para espolvorear

En un bol mezclamos el queso y la mantequilla a temperatura ambiente. Añadimos el jengibre y la sal, y poco a poco, el azúcar glass.

Ponemos pequeñas cantidades de esta crema sobre la superficie plana de cada galleta y tapamos con otra, presionando ligeramente.

Finalizamos espolvoreando azúcar glass sobre la superficie curva.


Qué os han parecido?

Fáciles, aromáticas, deliciosas... Esperamos que disfrutéis con ellas.

Fuente: aquí

lunes, 9 de junio de 2014

TARTA DE CHOCOLATE CON ALMENDRA Y MERMELADA


Aprovechando que estamos en plena primavera y con un tiempo excelente, hemos querido festejar que los días ya son mucho más largos y que el paisaje está en una verdadera explosión de colores y aromas. Y ¿qué mejor que celebrarlo con una deliciosa tarta de chocolate?

Se trata de un bizcocho muy rústico, como podéis comprobar, con cobertura de chocolate, relleno de mermelada y adornado con bolas de almendra bañadas en chocolate negro.

Lo hicimos así porque los que iban a comerla eran, en su mayoría, niños. Y como no somos partidarias del fondant (aunque reconocemos las maravillas que se hacen en muchos blogs) optamos por un adorno sencillo que sabíamos de sobra que les iba a encantar.


Como el día acompañaba, pudimos hacer las fotos en el jardín. Y la verdad es que disfrutamos un montón: el paisaje muestra ya su cara más atractiva. El césped verde, las rosas pletóricas, flores silvestres por todas partes, los arbustos, preciosos; incluso los más anodinos estaban de lo más vistoso.

No pudimos resistirnos y comenzamos a sacar fotos casi sin ton ni son: queríamos captar toda la gama de colores que la naturaleza nos proporcionaba.


Volviendo a la tarta, optamos por rellenarla de mermelada de melocotón para darle un extra de jugosidad y sabor. Podéis utilizar la que más os guste: frutos rojos, ciruela, naranja... Las posibilidades son infinitas porque cualquiera de ellas le va bien al chocolate.

Para el bizcocho, hemos utilizado la menor cantidad posible de harina y la hemos sustituido en gran parte por almendra molida: queda más jugoso y con un sabor más acentuado a almendra. Probad a tostarla, está todavía mejor.

Y hemos utilizado chocolate negro (70%). Pero si no os gusta con el porcentaje de cacao tan alto, podéis utilizar chocolate con leche u otro negro pero con menos cacao.


Sin más preámbulos, vamos con la receta.

INGREDIENTES:

- 50 gr. de mantequilla
- 90 gr. de azúcar
- 40 gr. de harina
- 70 gr. de almendra
- 3 huevos pequeños
- una cucharadita de Royal
- 80 gr. de chocolate negro
- mermelada
- almendras recubiertas con chocolate o conguitos para adornar

Para la cobertura:

- 130 gr. de chocolate fondant
- 130 gr. de nata líquida
- 30 gr. de mantequilla
ELABORACIÓN:

Para hacer el bizcocho, mezclamos la mantequilla y el azúcar hasta obtener una crema suave y homogénea. Fundimos el chocolate (en microondas o al baño maría) y lo añadimos a la mezcla anterior.

Separamos las yemas de las claras. Añadimos las yemas, de una en una, a la mezcla. Batimos bien. Agregamos la almendra molida y las claras batidas a punto de nieve. 

Tamizamos la harina con el royal y se lo agregamos, mezclando bien.

Engrasamos un molde desmontable con mantequilla y echamos la mezcla.
Metemos al horno precalentado a 150º y lo dejamos unos 45 o 50 minutos o hasta que lo pinchemos con una aguja o brocheta y ésta salga seca.


Sacamos del horno y dejamos enfriar sobre una rejilla.

A continuación, cortamos el bizcocho en dos mitades. Para que quede más jugoso se puede hacer un almíbar ligero con un poquito de licor (ron...) y echárselo sobre las dos partes del bizcocho. En este caso, como lo iban a comer niños, no se lo pusimos. 

Sobre una de las mitades, la que hace de base, ponemos la mermelada extendiéndola bien hasta los bordes. Cubrimos con la otra mitad.

Colocamos la tarta sobre una rejilla y ponemos un plato o bandeja debajo.

Ahora, hacemos la cobertura.

Ponemos en un cazo la nata. Cuando comience a hervir, retiramos del fuego y echamos el chocolate troceado. Removemos bien hasta que se derrita completamente y añadimos la mantequilla.

Mezclamos todo y dejamos que temple un poco.

Después, lo vamos echando sobre la tarta con cuidado, procurando que quede toda la superficie bien cubierta y que caiga por los lados hasta que todo el contorno del bizcocho quede también cubierto.


Dejamos enfriar y adornamos al gusto; en este caso con las almendras chocolateadas, pero admite  cualquier otro tipo de decoración. 

Nosotras, si la rellenamos de mermelada de naranja, ponemos en la superficie rodajas enteras o mitades de naranja confitada.

La verdad es que queda deliciosa.

Probadla, porque os va a gustar, especialmente a los "adictos" al chocolate.

Que la disfrutéis.