martes, 29 de octubre de 2013

PAN DE MUERTO, para Bake the World


Cuando en Bake the Worl leímos que este mes el pan a preparar procedía de México, nos gustó mucho la idea, aunque reconocemos que su nombre es curioso y echa para atrás.
Pan de Muerto, así se llama, nos intrigó mucho su preparación y nos lanzamos una vez más a participar en este reto.
¿Pan de Muerto? ,nosotras no habíamos oído este nombre jamás y os vamos a contar brevemente lo que se cuenta sobre él.


El 1 y 2 de noviembre, en todo México, se celebra el Día de los Muertos, y en algunas regiones es costumbre colocar altares, donde no puede faltar el Pan de Muerto, que es para los mexicanos un verdadero placer.
Existen varias versiones sobre su origen, hay quienes dicen que se remonta a la época de sacrificios humanos y a la llegada  de los españoles a la entonces Nueva España, en 1519.
Otros, han revelado que el nacimiento de este pan se basa en un rito que hacían los primeros pobladores de Mesoamérica a los muertos que enterraban con sus pertenencias.


El pan de Muerto en su forma tiene un significado: el círculo que se encuentra en la parte superior sería el cráneo, las carillas son los huesos y el sabor a azahar por el recuerdo a los ya muertos.

Nosotras hemos seguido fielmente la receta de Hilmar del blog "Mis recetas favoritas" donde podéis seguir un paso a paso maravilloso y hemos preparado un pan grande y seis pequeños en forma de muffin.

Vamos pues con la receta.

INGREDIENTES:

- 500 gr. de harina de fuerza
- 95 gr. mantequilla a temperatura ambiente
- 5 gr. levadura seca
- 4 gr. sal
- 130 gr. azúcar
- 3 huevos
- 120 ml. leche templada
- ralladura de naranja
- agua de azahar
- un huevo batido para pinta el pan
- azúcar para espolvorear


 ELABORACIÓN:

En un bol ponemos todos los ingredientes, excepto la mantequilla y mezclamos bien.
Cuando se empiece a formar una masa, vamos añadiendo poco a poco la mantequilla hasta obtener una masa pegajosa y elástica.
Dejamos levar hasta que doble su volumen  en un bol engrasado y tapado.
Una vez que haya doblado tamaño, volvemos a amasar para desgasificar la masa.


Procedemos al montado del Pan de Muerto:
Cogemos un tercio de la masa y con los otros dos formamos una bola.
Con el tercio que hemos reservado hacemos dos masas con forma de hueso (o la forma que os apetezca) y una bolita que simulará el cráneo.
Dejamos levar de nuevo, tapado.
Pintamos la bola con la yema de huevo.
Ponemos las figuras cruzando encima de la masa y sobre ellas la bola.
Espolvoreamos con azúcar y horneamos a 180 ºC hasta que lo veamos dorado.
Sacamos del horno y dejamos enfriar sobre una rejilla.

El Pan de Muerto es un pan dulce, que nos ha recordado mucho a un brioche pero aromatizado con agua de azahar. Tiene una miga esponjosa, como si de un bollo se tratara.
En casa preparamos un buen chocolate a la taza y gustó muchísimo, tanto que no os podemos decir como queda para el día siguiente ya que no sobró nada.


 Que lo disfrutéis.

lunes, 28 de octubre de 2013

PASTAS DE ALMENDRA Y CANELA


Finaliza el mes de Octubre, y con él se presenta un nuevo reto de las recetas de tía Alia.

Esta vez, nos sugiere elaborar unas pastas de almendra. En principio, no le vimos demasiada dificultad, aunque eso de "...pastas con manga y boquilla sobre papeles fuertes..." nos descolocó un poco.




Al final decidimos hacer unas pastas tradicionales de almendra, respetando casi totalmente la receta original: sólo añadimos canela para aromatizarlas.

Aunque podría haber sido cualquier otra especia o ingrediente: ralladura de limón, jengibre, cardamomo... La cuestión era potenciar el sabor de la pasta.
La verdad es que, sin este añadido, hubieran resultado igualmente ricas. Pero queríamos darle un toque aromático extra...



Y para rematar, una almendra tostada incrustada en la superficie, como las pastas de almendra de toda la vida.

Podemos decir que estaban riquísimas, con un saborazo a almendra tremendo: en casa tuvieron un éxito enorme. Ya nos están pidiendo más...


Vamos entonces con la receta.

INGREDIENTES:

- 200 gr. de almendra molida
- 200 gr. de azúcar glass
- 4 yemas de huevo
- canela en polvo
- almendras enteras para adornar

Con estas cantidades salen unas 20 pastas, aunque depende del tamaño con que las hagamos.


ELABORACIÓN:

En un bol, mezclamos la almendra molida y el azúcar glass. Añadimos la canela en polvo y vamos removiendo bien hasta que todo esté bien mezclado.

Después, añadimos las yemas: para esta cantidad de almendra y azúcar, pusimos 4, hasta obtener una masa moldeable y bien integrada.

Una vez conseguida, vamos haciendo bolas de tamaño medio: nosotras no utilizamos manga ni boquilla. Las aplastamos un poquito e introducimos en el medio una almendra entera, de modo que quede la mitad a la vista.


Con el horno precalentado a 200º, las vamos colocando sobre la bandeja cubierta de papel de hornear.

Las mantenemos en el horno durante unos 10 minutos, con cuidado de que no se queme su base: la temperatura es muy alta y se hacen enseguida.

Las sacamos y dejamos enfriar sobre una rejilla.


Nosotras las tomamos con un cacao calentito: divinas!!

Os animamos a hacerlas porque son muy sencillas de elaborar.

Que las disfrutéis.

jueves, 24 de octubre de 2013

BAVAROISE DE YOGUR SOBRE COMPOTA DE MANZANA Y PHYSALIS


En noviembre, el Hospital General Universitario de Elda, celebra su 30 Aniversario y Suny del blog "Olivas en la cocina" junto con María Dolores del blog "Cuinant" organizan un concurso de recetas sanas, ligeras y equilibradas.
Entre los actos que se van a realizar, hay uno dedicado a los pacientes, que consiste en ofrecerles un menú especial el día del Aniversario.
Nosotras hemos elaborado un postre dedicado con todo nuestro cariño a esos pacientes que se encuentran allí ingresados deseándoles una pronta recuperación.

Bavaroise de yogur sobre compota de manzana y physalis, es un postre que hacemos muy a menudo, porque es muy ligero y digestivo.
Al leer que se trataba de recetas dirigidas a personas enfermas, pensamos  que sus ingredientes tenían que ser lo más sanos posibles, yogur griego desnatado, agar-agar, estevia, una compota de manzana ligera y acompañando, unos physalis.


El physalis es un tipo de fruta originaria de América del Sur que actualmente se cultiva en zonas con temperaturas cálidas, entre las cuales está el sur de España.
Se caracteriza por ser una baya pequeña, redonda y carnosa, con la peculiaridad de que está cubierto por un capacho formado por sépalos que le protege contra insectos, pájaros...
Sólo lo habíamos encontrado como "simple" elemento decorativo en postres pero cuenta con excelentes cualidades nutricionales, alto contenido en fibra, vitaminas A, B y C, hierro...
Nos resulta ideal para mermeladas, probadlos que es bastante desconocido pero merece la pena.


Hemos recurrido en esta receta, al agar-agar, una alternativa vegetariana y natural a la gelatina animal o cola de pescado.
El agar-agar se utiliza en cocina para espesar y gelificar alimentos, dulces o salados, sin añadir sabor, color u olor.
Sus propiedades nutritivas son muy interesantes, ya que es un auténtico aliado de la salud, al tener un aporte calórico cero y un alto contenido en fibra soluble. Es rico en minerales, calcio, magnesio...
Os recomendamos comprarlo en polvo o en copos ya que es más fácil de usar en la cocina y además contienen mejor proporción de fibra natural.

Y como edulcorante, la estevia, un endulzante natural obtenido a partir de un arbusto.

Con esta receta participamos en el concurso "Recetas sanas, ligeras y equilibradas" para celebrar el 30 aniversario del Hospital General Universitario de Elda.


Vamos pues con la receta.

INGREDIENTES; (para 4 bavaroises)

- 3 yogures griegos desnatados (nosotras hemos utilizado de la marca TOTAL 0%)
- 250 ml. de leche desnatada
- 1 gr. ó una cucharadita rasa de café de agar-agar en polvo
- 3 sobres de estevia
- 2 manzanas
- canela para espolvorear
- physalis


ELABORACIÓN:

Ponemos la leche en una cazuela junto con dos sobres de estevia y el agar-agar, y dejamos hervir 3 minutos.
Mezclamos con los yogures griegos y movemos bien.
Vertemos la mezcla en moldes o flaneras e introducimos en el frigorífico hasta que este muy frío.
Preparamos la compota: cortamos en dados las manzanas, añadimos un sobre de estevia, movemos bien y cuando la manzana esté cocida y blandita, la trituramos o batimos según la textura que queramos que tenga.
Desmoldamos los yogures, acompañamos con la compota de manzana, los physalis y espolvoreamos con un poquito de canela.



Es un postre muy sencillo, apenas se tarda en elaborarlo y sienta de maravilla.
Que lo disfrutéis.

lunes, 21 de octubre de 2013

BIZCOCHO DE UVAS Y CHOCOLATE

 

Estamos en temporada de uvas y vendimia y  hemos aprovechado esta fruta para elaborar un bizcocho mezclando uva moscatel con chocolate.
Las uvas frescas suelen consumirse en crudo y como postre después de la comida. Pero, ¿Por qué no probarla en repostería?
La uva, en todas sus variantes no sólo en una fruta deliciosa, sino que existen muchas propiedades en ellas que benefician nuestra salud.


Es rica en antioxidantes, excelente para el corazón, diurética, laxante...
Es una fruta de la que podemos disfrutar sobre todo en otoño.
Se considera originaria del Cáucaso y Asia occidental.
Se cree que ya se recolectaba en el Paleolítico; fueron los griegos y los romanos los que desarrollaron en gran medida la vinicultura, introduciendo la vid en su colonias.

Vamos pues con la receta.

INGREDIENTES (Para 12 porciones):

- 500 gr. de uvas blancas
- 170 gr. de azúcar
- una pizca de canela molida
- una cucharada de almendra laminada
- 100 gr. de mantequilla ablandada
- azúcar avainillado
- 4 huevos
- 150 gr. de chocolate
- 150 gr. de harina
- 2 cucharaditas de levadura
- azúcar glass para espolvorear


ELABORACIÓN:

Lavamos las uvas y abriéndolas a la mitad, sacamos las pepitas. Mezclamos dos cucharadas de azúcar con la canela y la almendra laminada y lo esparcimos sobre las uvas.
Batimos la mantequilla ablandada con el resto del azúcar y el azúcar avainillado hasta obtener una consistencia espumosa.
Separamos los huevos en yemas y claras e incorporamos las yemas a la mezcla de mantequilla.
Derretimos el chocolate y lo incorporamos al resto.


Mezclamos la harina con la levadura y la tamizamos sobre la crema de mantequilla.
Montamos las claras a punto de nieve y las vamos incorporando poco a poco.
Vertemos la mitad de la masa en el molde engrasado, esparcimos la mezcla de uvas por encima y luego vertemos el resto de la masa.
Nosotras hemos repartido la mezcla en dos moldes pequeños, pero estas cantidades son para un molde tipo plum cake o redondo de unos 30 cm de diámetro.
Cocemos en el horno precalentado a 175ºC durante 40 minutos.
Lo dejamos enfriar sobre una rejilla y espolvoreamos con azúcar glass.


Es un bizcocho perfecto para un buen desayuno o merienda, aunque si lo ponéis de postre también va a tener mucho éxito.
Os quedará jugoso y húmedo gracias a las uvas que aportan un frescor increíble.



Que lo disfrutéis.

lunes, 14 de octubre de 2013

PANNACOTTA CON GELATINA DE NARANJA Y POMELO


Hemos rescatado de una revista francesa esta receta que hoy os traemos al blog. Es muy sencilla de hacer y el resultado es realmente bueno.

La pannacotta (en italiano "nata cocida") es un postre típico del Piamonte, región situada al noroeste de Italia. Se elabora a partir de nata, azúcar y gelificantes. Recuerda al flan vagamente, aunque suele tener un sabor más pronunciado a leche y su textura se acerca más a la de la gelatina.


La hemos combinado con una gelatina de cítricos, concretamente de naranja y pomelo. Es una mezcla muy apetecible porque se unen sabores dulces y suaves con otros más ácidos y fuertes: el pomelo aporta un ligero toque de amargor que da mucha personalidad al conjunto.

Y como está fresquito, todavía resulta más apetecible. Incluso la combinación de colores es un regalo para la vista, con esa mezcla de color rosa y naranja.


Para acabar, hemos colocado una teja de naranja que aporta el toque crujiente al postre.

Tiene un sabor muy intenso a naranja porque le hemos añadido a la masa el zumo de la fruta y su ralladura.

También le hemos agregado un poquito de cardamomo molido: combinado con la naranja resulta muy agradable debido a ese sabor intenso, dulce y ligeramente picante que tiene. Además, su aroma recuerda en parte al aroma de los cítricos.


Con esta receta participamos en el concurso que organiza Eli del blog Coulís de Limón.


Vamos pues con la receta.

INGREDIENTES: (para 2 copas grandes y 3 vasitos)

- 1 pomelo
- 2 naranjas
- 3 hojas de gelatina
- 160 ml. de leche
- 300 ml. de nata líquida
- 55 gr. de azúcar

Para las tejas de naranja:

- 50 gr. de azúcar
- el zumo y la ralladura de una naranja pequeña
- 20 gr. de mantequilla
- una pizca de cardamomo
- harina


ELABORACIÓN:

Primero, hacemos la gelatina de cítricos.

Pelamos el pomelo y una de las naranjas y cortamos en trozos pequeños.
Los colocamos en el fondo de las copas y los vasitos.

Exprimimos el zumo de la otra naranja, añadimos 40 ml de agua y hervimos. Retiramos del fuego, dejamos templar un poquito y añadimos una hoja de gelatina (previamente remojada en agua fría unos 3 o 4 minutos). Removemos bien y vertemos sobre los trozos de pomelo y naranja.

Metemos en la nevera hasta que cuaje.


Ahora vamos con la pannacotta.

En un cazo mezclamos la leche, la nata y el azúcar. Al comenzar a hervir, retiramos del fuego. Dejamos que se temple un poquito y añadimos las dos hojas de gelatina ( previamente remojadas en agua fría también). Removemos.

Cuando la mezcla esté tibia, la incorporamos a las copas y vasitos que teníamos en la nevera con la fruta y volvemos a refrigerar al menos 12 horas para que todo el conjunto cuaje completamente.


Para hacer las tejas de naranja, mezclamos el azúcar, la mantequilla, el zumo y ralladura de la naranja y una pizca de cardamomo. Añadimos la harina. No ponemos cantidades: vamos incorporándola poco a poco hasta obtener una masa parecida a la de rebozar cuando hacemos tempura. 

Metemos en la nevera durante unos minutos.

Ponemos papel de hornear en la bandeja del horno y vamos colocando cucharadas de masa: la forma puede variar, redonda, ovalada...., procurando dejar espacio entre ellas. Metemos al horno precalentado a 200º.

Las dejamos hasta que se doren ligeramente: hay que tener cuidado porque se hacen muy rápido.

Las sacamos y, si queremos darles forma curvada, las ponemos sobre un rodillo para que adquieran esa forma. Tiene que ser cuando todavía están calientes, después es imposible porque se romperían.


Servimos las copas o los vasitos bien fríos con una teja clavada en la superficie. Podemos añadir un poquito de ralladura de naranja para acentuar más el sabor.

Animaos a hacer la receta porque sale buenísima: la mezcla de texturas (suave, crujiente...) y de sabores (dulce, ácido, amargo...) la hacen irresistible.

Que la disfrutéis.

jueves, 10 de octubre de 2013

DE TAPAS POR GRANADA



Granada, situada a los pies de Sierra Nevada, es todo, museos, es historia viva, arquitectura, flamenco, montaña nevada, valles verdes y playas, todo en un mismo lugar.
Como bien es sabido, la ciudad es conocida mundialmente por su monumento más prestigioso, la Alhambra, pero su riqueza histórica, cultural, artística y patrimonial va mucho más allá.

Visito Granada, desde hace muchos años y cada vez descubro nuevos rincones, es un lugar muy especial no solmente por sus edificios, sus sitios relajantes...sino también por su cocina.

Aprovechando que ha sido hace muy poquito el día mundial de la tapa, aquí os dejamos nuestro pequeño homenaje a este evento gastronómico.

En esta entrada queremos compartir una ruta de tapas, quienes disfrutamos de esta ciudad nos vemos envueltos por el embrujo de esta forma de degustar la oferta gastronómica.

El tapeo es una de las mejores formas de conocer Granada, ir de "bar en bar" probando sus especialidades, callejeando...es saborear la ciudad y hacerse granadino por momentos.

La calle de tapeo por excelencia en Granada es la famosa calle Navas, pero ésta la vamos a dejar para otra ocasión, proponemos otro recorrido.


Iniciamos nuestro tapeo por el Bar Restaurante Los Manueles, en Granada desde 1917, uno de los lugares con más solera, situado en Plaza Nueva.
No os perdáis sus típicas croquetas que le dan fama...las acompañan con escarola.
También muy recomendables, las migas, abundantes y gustosas.


En la Glorieta Europa, Bar Alambique, especialidad en cocina de autor con raíces vascas, donde pudimos degustar unas croquetas de morcilla exquisitas y donde preparan las mejores hamburguesas de buey.


La Cueva, tiene varios locales donde poder degustar excelentes productos de cerdo. El local está lleno de jamones y al pedir una cerveza o vino se acompaña de una tapa de rico embutido servido sobre papel de estraza.
Un placer a un precio más que asequible.

Bar Aliatar, en la calle San Sebastián, 4, legendaria bocadillería desde 1947 en Granada.
Destacar los bocadillos fabulosos que probamos con pan hecho por ellos mismos, de alcachofas con anchoas, el perrito (con salchichas de tripa natural), de riquísimo jamón serrano, y el más solicitado por los granadinos, el San Francisco, con lomo y ensalada.


Y después de tapear, tradición desde que visito Granada es el paseo hasta la heladería "Los Italianos", se inauguró en 1936, su fórmula artesanal nos tiene embelesados.
La cassatra y la horchata son sus productos estrella, insuperables, un placer que no os podéis perder justo enfrente de la Catedral.


No podemos irnos de esta hermosa ciudad sin visitar, en Santa Fé,  un lugar histórico, Casa Isla, donde se inventó el pionono, pastel más famoso en Granada.
Su origen se remonta al año 1897 cuando Ceferino Isla abrió su propio obrador de pastelería, muy devoto de la Virgen de las Angustias, patrona de la ciudad, quiso rendir homenaje al Papa Pio IX (Pío Nono) de aquí el nombre de este delicioso dulce.




El pionono, tiene una fina lámina de bizcocho enrollado en forma de cilindro y encima se cubre con una crema tostada espolvoreada con canela, la idea era darle la rechoncha forma papal cubriéndola con coronilla de crema tostada y azucarada.
Es un pastel de bocado, sumamente mojado, nada empalagoso y con una extraordinaria textura.

Y qué mejor que terminar esta entrada con Federico García Lorca y su poesía a esta joya mora, Granada:

"Granada, calle de Elvira,
donde viven las manolas,
las que se van a la Alhambra,
las tres y las cuatro solas.
Una vestida de verde,
otra de malva, y la otra,
un corselete escocés
con cintas hasta la cola.
(...)
Nadie va con ellas, nadie;
dos garzas y una paloma.
Pero en el mundo hay galanes
que se tapan con las hojas.
La catedral ha dejado
bronces que la brisa toma;
El Genil duerme a bueyes
y el Dauro a mariposas."

¿Qué os parece si nos vamos de tapas por Granada?

Piedi

lunes, 7 de octubre de 2013

TARTA DE QUESO CON NUECES Y CHOCOLATE, del Restaurante Casa Julio


Como se suele decir, lo prometido es deuda, y ya os avanzamos que compartiríamos en el blog, la tarta de queso con nueces y chocolate que degustamos en el Restaurante Casa Julio, en las Alpujarras, aquí la tenéis.


En el Restaurante Casa Julio, se ofrece cocina típica alpujarreña, situado en el centro urbano de Pampaneira, junto a la "revuelta" de la carretera y dominando el Barranco de Poqueira.
Es familiar, con una cocina sencilla, casera, donde como ellos dicen, no entienden de sofisticaciones ni de comidas de imaginación, practican la cocina lugareña en su pura esencia.


Cuesta mucho reprimirse en Casa Julio de pedir uno de los postres caseros que preparan y que tan rico está, la tarta de queso con nueces y chocolate, nos gustó tanto que no podíamos dejar de elaborarla en casa.


Es tan fácil de preparar y el resultado es tan asombroso, que aquí la dejamos, nosotras hemos dividido los ingredientes porque sino nos resultaba demasiado grande.

Vamos pues con la receta.

INGREDIENTES:

- 125 gr. de queso fresco
- 750 ml. de leche
- 3 sobres de cuajada en polvo
- 250 gr. de azúcar
- 4 huevos
- cacao Valor sin azúcar en polvo
- caramelo
- 12 galletas tipo María
- nueces troceadas



ELABORACIÓN:

En primer lugar, en una cazuela cocemos medio litro de leche junto con el azúcar.
En otro cazo vertemos 125 ml. de leche y batimos con la cuajada para añadirlo al contenido de la otra cazuela.
En otro recipiente mezclamos el resto de la leche con los huevos y el queso fresco, añadimos al resto dejándolo cocer pero removiendo constantemente para que no se pegue.
Cuando la masa empiece a espesar, antes de que hierva, retiramos del fuego y vertemos en una bandeja de cristal que tendremos preparada con la nuez troceada y caramelo.


Por último, añadir el chocolate en polvo, generosamente, y colocamos las galletas encima.
Metemos en el frigorífico hasta que cuaje, nosotras toda la noche y una vez que ha cuajado, volcamos en una fuente y lista para degustar.


El resultado es una tarta de queso suave, delicada y muy cremosa.
Si la dejáis como nosotras en el frigorífico toda la noche, gana en consistencia y, por supuesto, en sabor.
El toque que aporta las nueces es absolutamente delicioso.

Para acompañar le hemos puesto el helado favorito de las pequeñas, cookies and cream, pero si os apetece con nata también le va perfectamente.




Que la disfrutéis.