viernes, 28 de junio de 2013

TARTA GRIEGA DE OREJONES Y PISTACHOS


La lista de los manjares de la repostería griega es enorme. Y su variedad, en cuanto a ingredientes, también. Pero si hay 2 ó 3 básicos en los dulces griegos, éstos son la miel, los frutos secos o incluso el yogur en menor medida.

Al estar situada geográficamente entre Oriente y Occidente, Grecia ha sido una encrucijada de culturas que se refleja, entre otros aspectos, en su gastronomía.

Y concretamente, su repostería tradicional está fuertemente influenciada por Oriente , influencia que trajeron los griegos de Asia Menor.


La miel siempre ha sido un producto muy querido y apreciado en Grecia, donde la apicultura tiene una historia milenaria. 

Ya en la antiguedad, los griegos conocían su alto valor nutritivo. Incluso Grecia se considera como el paraíso de la miel: la abundancia y variedad de la flora griega y su clima suave, hacen que el producto final sea único. De hecho, la miel griega está considerada como una de las mejores del mundo.


En cuanto al yogur, se cree que llegó al Mediterráneo en la Edad Antigua por medio de los turcos. En Grecia se desarrolló una variedad local que, con el tiempo, se convertiría en lo que conocemos actualmente como yogur griego: con más cuerpo, más denso y cremoso que los yogures normales.

Es tan versátil que se utiliza, no sólo en repostería, sino también en infinidad de platos salados.


Y qué decir de las frutas y frutos secos. Grecia tiene una gran variedad de estos últimos. Concretamente, los pistachos de Egina, isla situada al sur de Atenas, tienen un sabor y un aroma únicos. Se cultivan allí desde 1860 y desde la isla se han extendido por toda Grecia.

Debido a su alta calidad, desde 1996 este tipo de pistacho está reconocido como marca con denominación de origen.

Los orejones de albaricoque tienen origen turco pero pronto se extendieron también por la cuenca mediterránea: de hecho, el 85% de la producción mundial está en Turquía. Junto con los griegos, están considerados como la variedad de mayor calidad.

Y la sémola de trigo, como cereal básico en la alimentación griega, se utiliza mucho también como ingrediente principal, en lugar de harina para los postres y dulces.


La tarta que os presentamos no es nada complicada y es verdaderamente deliciosa. No lleva harina ni levadura y queda sumamente esponjosa y tierna.
Y, a la vez, densa y húmeda.

La cobertura de yogur griego y pistachos pone el colofón a un dulce de origen griego verdaderamente original y sabroso.

Con esta tarta participamos en el concurso propuesto por el blog Atrapada en mi cocina y patrocinado por Ibili "Tu mejor tarta".

Ésta es la receta.

INGREDIENTES:

- 100 gr. de orejones de albaricoque
- el zumo de una naranja
- 175 gr. de mantequilla
- 160 gr. de azúcar
- 4 huevos
- 225 gr. de sémola de trigo
- 100 gr. de almendra molida

Para el almíbar:

- 100 gr. de miel 
- 100 ml. de zumo de naranja
- unas gotas de zumo de limón

Para la cobertura:

- 300 gr. de yogur griego
- 60 gr. de pistachos pelados y troceados


ELABORACIÓN:

Ponemos en un bol los orejones y el zumo de naranja, dejándolos en remojo durante unas 12 horas. Pasado este tiempo, se trituran hasta formar un puré y se reservan.

Mezclamos la mantequilla y el azúcar y batimos bien. Añadimos las yemas, una a una, sin dejar de batir. Y a continuación, agregamos la sémola y la almendra molida, y después, el puré de albaricoque.

Montamos las claras a punto de nieve y las incorporamos a la masa.

Engrasamos y enharinamos un molde desmontable, de unos 23 cm. de diámetro. Echamos la mezcla y horneamos unos 45 minutos en horno precalentado a 180º. Lo dejamos hasta que la superficie esté ligeramente dorada y consistente.


Mientras tanto, preparamos el almíbar: echamos la miel, el zumo de naranja y el de limón en un cazo. Llevamos a ebullición y dejamos hervir unos 2 ó 3 minutos. Reservamos caliente.

Cuando el bizcocho esté listo, sacamos del horno y dejamos reposar en el molde 5 minutos; luego, lo pasamos a una rejilla con una bandeja por debajo.
Pinchamos la superficie de la tarta con una brocheta fina y echamos el almíbar sobre ella.

Dejamos enfriar. Y justo antes de servir, extendemos el yogur griego por encima y espolvoreamos los pistachos.


Sencillamente, deliciosa, jugosa y fresquita: es conveniente guardarla en la nevera y sacar media hora antes de servir.

Que la disfrutéis.

lunes, 24 de junio de 2013

MANZANAS DORADAS CON SOPA DE CHOCOLATE BLANCO Y CEREZAS


Comenzamos la semana con una receta que participa en el "Reto Tía Alia" de este mes de Junio.

Hemos elegido la propuesta dulce "Manzanas doradas" siguiendo la receta original e introduciendo algún que otro cambio.

Nos ha parecido una receta sencilla y muy apetecible: los que seguís nuestro blog sabéis de sobra la "adoración" que tenemos por las manzanas en repostería.


Hemos utilizado manzanas "granny smith". Es una manzana con un punto ácido que contrasta muy bien con el dulzor que le aporta a la receta el azúcar (y las especias que hemos añadido) del líquido de maceración y de la salsa de chocolate.

Para rebozar los aros de manzana hemos hecho una pasta espesa, no sólo a base de harina, azúcar y agua, como dice la receta original, sino que hemos añadido un huevo y un poquito de leche. Y le hemos añadido azúcar avainillado para aportar un sabor diferente.


Una vez fritas las rodajas de manzana, en lugar de espolvorearlas con azúcar y canela, las hemos pincelado ligeramente con mermelada de albaricoque batida: al sacarlas de la sartén, quedaban brillantes pero con el paso del tiempo iban perdiendo ese brillo inicial. Así que optamos por la mermelada para conservar ese aspecto satinado tan apetecible.

Para acompañar, hemos hecho una "sopa" de chocolate blanco muy fría: queda más ligera que una salsa y le aporta al plato un punto dulce muy parecido al de la leche condensada. 

También hemos incorporado cerezas: estamos en temporada y nos parece una fruta tan deliciosa que no nos cansamos de utilizarla en nuestros postres. Además, contrasta muy bien con la salsa de chocolate: aunque son dulces, tienen un puntito ácido que le va muy bien.


Vamos, sin más, con la receta.

INGREDIENTES:

- manzanas granny smith
- cerezas
- mermelada de albaricoque (sobrará)

Para macerar las manzanas:

- 1 copa pequeña de coñac
- 1 cucharada de azúcar blanco
- 1       "         "     "     moreno
- canela, nuez moscada
- unas gotas de zumo de limón

Para rebozarlas:

- 5 cucharadas de harina
- 1 huevo
- 1 sobre de azúcar avainillado
- leche

Para la sopa de chocolate blanco:

- 100 gr. de chocolate blanco
- 120 gr. de nata líquida
- 1 yogur griego


ELABORACIÓN:

Comenzamos pelando y descorazonando las manzanas, las cortamos en rodajas y las ponemos a macerar en la mezcla de coñac y azúcar durante unas horas. Dejamos que se impregnen bien para que adquieran el saborcito de la mezcla.

Una vez pasado ese tiempo, las sacamos del líquido de maceración y las escurrimos bien.

Mezclamos la harina, el huevo y el azúcar. Añadimos la leche: vamos echándola poco a poco hasta que la masa para rebozar adquiera la consistencia adecuada, ligeramente espesa.

A continuación, sumergimos en esta masa las rodajas de manzana y las vamos friendo en aceite caliente, dejándolas hasta que adquieran un color dorado. Después, las vamos depositando sobre papel absorbente para que escurran bien el aceite. 

Pincelamos con la mermelada de albaricoque, pero muy, muy ligeramente, para que adquieran ese aspecto brillante.


Como teníamos manzanas y masa de rebozado sobrante, cortamos algunas en gajos, las rebozamos y las freímos. Así, las presentamos de forma diferente.

Vamos ahora con la sopa de chocolate. Aconsejamos hacerla con antelación para que, cuando sirvamos las manzanas calientes, la salsa esté fría.

Ponemos en un cazo la nata y, cuando empiece a hervir, la retiramos y echamos el chocolate troceado. Removemos bien hasta que se deshaga del todo y quede una salsa homogénea. Dejamos enfriar y la metemos en la nevera.


Cuando vayamos a servir las manzanas, sacamos de la nevera la sopa y le añadimos un yogur griego. Batimos bien hasta que esté totalmente integrado.

Podemos servir la sopa en un cuenco o salsera aparte e ir mojando las rodajas de manzana en ella, o bien regar con unas cucharadas de salsa las manzanas, tanto en rodajas como en gajos.


Completamos el plato con unas cerezas deshuesadas, aunque podéis añadir cualquier fruto rojo: fresas, frambuesas, arándanos, moras...

Esperamos que la receta os haya gustado: en casa ha sido un verdadero éxito.

Que la disfrutéis.











jueves, 20 de junio de 2013

PASTELITOS DE KIWI Y COCO



Los pastelitos que hoy os traemos al blog tienen como ingrediente principal una fruta que siempre resulta apetecible, cuando desayunamos, a media mañana o como postre después de la comida o la cena: el kiwi.

Cuenta con un interesante aporte, tanto de vitaminas como sales minerales y sobre todo de vitamina C, incluso más que el limón y la naranja.

Es una fruta rica en fibra soluble, por tanto, su ingestión puede ayudar a mejorar el tránsito intestinal.


Como nos gustan tanto los kiwis, decidimos probarlos en estos pastelitos y combinarlo además con un fruto exótico, el coco.


Hemos presentado la receta de dos formas distintas, en unas cápsulas que resultan muy vistosas y en un molde pequeño de 10 cm. de diámetro.

INGREDIENTES: (4 pastelitos y 1 bizcocho de 10 cm.)

- 120 gr. de harina de repostería
- 1 sobre de levadura
- 45 gr. de almendra molida
- 20 gr. de coco rallado
- 80 gr. de panela
- una pizca de sal
- 50gr. de aceite de girasol
- 1 huevo
- 3 kiwis en dados
- 1 cucharada de coco para adornar


ELABORACIÓN:

En un bol, mezclamos los ingredientes secos: la harina, almendra, coco y sal.
En otro cuenco mezclamos a su vez los ingredientes líquidos: el huevo y el aceite. Añadimos el kiwi cortado en trocitos y el coco rallado.
Después echamos los ingredientes líquidos sobre los secos. Mezclamos ligeramente con suavidad.
Hemos rellenado cuatro huecos de un molde para muffins y la masa restante, en un molde redondo de 10 cm. de diámetro.


Espolvoreamos con coco rallado por encima y metemos en el horno durante 25 minutos, que habremos precalentado a 180ºC.
Dejamos enfriar sobre una rejilla.


Son unos pastelitos absolutamente deliciosos, suaves y muy jugosos. El kiwi le aporta un punto ácido que contrasta muy bien con el dulzor del coco.


Y como podéis comprobar el color es maravilloso.


Si los hacéis es imposible que no triunféis, y lo mejor es que apenas cuesta prepararlos.

Que los disfrutéis.

lunes, 17 de junio de 2013

BIZCOCHO DE PERAS Y ALMENDRA CON LIMÓN CONFITADO


El bizcocho que hoy traemos al blog es uno de los habituales en nuestras meriendas, e incluso en nuestros desayunos..., siempre que sobren unas rebanadas, claro.

En esta ocasión, y aprovechando que el día acompañaba (cosa que últimamente no suele ocurrir por aquí), hemos hecho las fotos de la entrada en el jardín, antes de dar buena cuenta de la merienda.

Y sí, para desayunar nos gustan especialmente los plum-cakes, las magdalenas o los bizcochitos en versión mini. Pero a veces, cuando nos ha sobrado un bizcocho jugoso y tierno, como es el caso de éste de peras, lo "trasladamos" al desayuno de la mañana siguiente.


Una de sus características es que se conserva muy bien durante un par de días o tres.

Aunque también os diremos que se ha dado el caso de que, para saber mejor cuál es su "aguante", lo hemos dejado más tiempo y el resultado es muy bueno: se va apelmazando, pero el sabor se asienta de tal manera que sigue estando muy, muy rico.


Hemos utilizado pera conferencia: es nuestra favorita tanto para comer fresca como para utilizar en repostería. Como hay que saltearla ligeramente en una sartén antes de incorporarla a la masa del bizcocho, es una clase de pera que aguanta muy bien, no se deshace fácilmente.

Y tiene un sabor extraordinario: cuando comes un trozo de bizcocho se nota la jugosidad que le aporta esta clase de pera.


Y para darle el toque cítrico, le hemos añadido unas gotas de esencia de limón y hemos adornado la superficie con un poquito de corteza de limón confitada que teníamos en un tarro: solemos hacerla con bastante frecuencia, tanto con piel de limón como de naranja porque es tan versátil y da tanto juego que la utilizamos en muchas recetas dulces.


Esta vez, sólo la hemos utilizado como un pequeño adorno, pero para el que le guste, se puede añadir a la masa del bizcocho, y queda genial también.

Para hacerla, se corta la piel del limón o la naranja en tiras pequeñas; se echan en agua hirviendo y se cuecen durante 3 o 4 minutos, cambiando el agua unas 3 o 4 veces para que se les quite el amargor.

Luego se hace un almíbar ligero (dos partes de agua por una de azúcar) y se dejan hervir las cortezas en él hasta que adquiera una consistencia un poquito espesa, pero sin dejar que se haga caramelo.

Este almíbar se puede aromatizar con vainilla, nuez moscada, etc.


Estas cortezas confitadas se pueden guardar con su almíbar en botes de cristal para su utilización posterior.

También hemos añadido a la masa unos gramos de almendra molida para que el bizcocho quede más tierno y esponjoso, y un poco de almendra granillo que, junto a los dados de pera, dan al bizcocho un punto crujiente y jugoso a la vez.

Con esta receta participamos en el primer concurso de "Libro de recetas Dulces Libres de Lácteos" organizado por Libre de Lácteos.com.


 Vamos con la receta.

INGREDIENTES:

- 3 huevos grandes
- 200 gr. de harina
- 40 gr. de almendra molida
- 180 gr. de azúcar
- 80 gr. de aceite de girasol (un poquito más para saltear las peras)
- 1 cucharada de Royal
- 2 peras
- 50 gr. de almendra granillo
- unas gotas de esencia de limón
- azúcar glass y limón confitado


ELABORACIÓN:

Lo primero que haremos será pelar y cortar en cubitos las peras, las saltearemos en una sartén ligeramente y las dejaremos enfriar. Las reservamos.

A continuación, mezclamos en un bol los huevos batidos, el azúcar, el aceite, la esencia de limón, la harina tamizada y la levadura, y la almendra molida.
Después añadimos las peras salteadas ya frías y las almendras. Removemos hasta que todo esté bien mezclado.

Engrasamos y enharinamos un molde de cake y echamos la mezcla. Metemos al horno precalentado a 180º y lo dejamos hasta que al pincharlo con una aguja o brocheta, ésta salga limpia y seca.


Si utilizáis un molde de cake corto y alto, como en nuestro caso, los tiempos de horno suelen alargarse. Así que hay que ir comprobando con la aguja hasta que salga seca.

Una vez horneado, lo desmoldamos y dejamos enfriar sobre una rejilla.

Para servir, lo espolvoreamos con azúcar glass y adornamos a nuestro gusto con el limón confitado. Nosotros simplemente hemos ido poniendo unas cucharadas de las cortezas con su almíbar a lo largo del bizcocho, formando una línea.

La verdad es que queda un bizcocho muy jugoso, denso, húmedo y a la vez crocante, debido a la almendra granillo que le hemos añadido.


Nosotras lo merendamos con una taza de café caliente, pero ahora que se acerca por fin el calor lo podemos acompañar con helado de limón.

Queda una combinación de lo más sabrosa.

Que lo disfrutéis.

jueves, 13 de junio de 2013

BRIOCHE CON CARDAMOMO

 

"Si el pueblo tiene hambre y no tiene pan, que coma brioche". Esta frase habría sido dicha por María Antonieta, esposa de Luis XVI, rey de Francia.
Parece ser que el brioche nació mucho antes de María Antonieta pero no hay consenso en cuanto a su origen exacto.
Para algunos fue en la región de Bretagne, más precisamente en la ciudad de Saint Brieuc, de ahí provendría el nombre "brioche" pues a sus habitantes se les conoce como "briochins".
Para otros, su origen fue en las regiones de Champagne-Ardenne y Lorraine en el Nordeste de Francia.

Como curiosidad contaros que la masa brioche es la más antigua fermentada que lleva azúcar en sus ingredientes.
La receta además de azúcar y levadura, lleva harina, mantequilla, huevos y el resultado es una masa muy blanda, ni salada ni dulce.
Hemos elaborado una receta de brioche fácil, sin masas madre pero con un resultado óptimo al utilizar harina de fuerza de muy buena calidad.

Nosotras seguimos experimentando en la repostería y le hemos añadido cardamomo.


El cardamomo o "grano del paraíso", es una especia originaria de la India; actualmente se cultiva en Guatemala, Nepal, Tailandia y América Central.

Se considera una especia de lujo por sus generosas características.

En el mercado encontramos el cardamomo verde: se presenta en una vainita en cuyo interior se esconden unas semillas intensamente aromáticas, con sabor muy intenso, algo cítrico y dulce.

Además, esta especia tiene muchas propiedades medicinales, es digestiva, expectorante y anticancerígena.

Su uso en la cocina es muy amplio y nosotras hemos querido probar estas semillas en el brioche y el resultado es fantástico, con un olor espectacular.


Vamos pues con la receta.

INGREDIENTES:

- 500 gr. harina de trigo de fuerza aprox. W 330 El Amasadero
- 125 ml. leche tibia
- 8 gr. de levadura seca o 25 gr. de levadura fresca
- 130 gr. de azúcar
- 100 gr. de mantequilla
- 8 semillas de cardamomo molidas
- 1 huevo batido para pincelar
- almendras picadas para decorar


ELABORACIÓN:

Batimos un poco los huevos con la leche, como si fuera para una tortilla.
Mezclamos la levadura con la harina en un bol amplio, hacemos un volcán en el centro, añadiendo en él los huevos con la leche, la mantequilla en trozos ablandada (en pomada) y el azúcar.
Removemos bien con las manos, hasta hacer una masa pegajosa y elástica.
Enharinamos la mesa y amasamos durante 10 minutos, estirando la masa como si fuera pan.
La pasamos a un cuenco grande, al que habremos aceitado previamente, lo tapamos con film y dejamos que leve durante una hora y media hasta que doble el volumen.


Una vez que haya levado, cogemos la masa y la partimos en tres partes iguales y haremos la forma que nos guste, la colocamos en un molde alargado pincelado con mantequilla, la dejamos levar de nuevo durante 1 hora.
Precalentamos el horno a 180º.
Pincelamos la superficie con el huevo batido y espolvoreamos las almendras picadas.
Horneamos durante 30 minutos. Si vemos que la almendra se tuesta mucho, ponemos papel de aluminio por encima.
Pasamos a una rejilla para dejar que se enfríe y resulta un delicioso pan para desayuno.


Este brioche queda muy tierno y esponjoso con un punto dulce.
Se puede tomar como  más os guste, con mantequilla,  mermelada o como en este caso, les encanta a las peques, con nutella.


Que lo disfrutéis.

lunes, 10 de junio de 2013

CHERRY CLAFOUTIS. PASTELITOS DE CEREZA.


La clafoutis o clafouti es un postre rústico de la región de Lemosín (Limousin), situado en la parte Occidental del Macizo Central de Francia.
Su nombre proviene del occitano clafotís, del verbo clefir, que significa "rellenar".


Se elabora a partir de una sencilla masa con huevos, harina, mantequilla, azúcar, leche... y cerezas.
Las cerezas son las protagonistas de esta receta que ya se conoce y elabora en cualquier rincón del mundo.


Hemos aprovechado las primeras cerezas maduras de la temporada y tal como se hace en la clafoutis original, las hemos dejado el hueso para que libere su delicado sabor almendrado en el horno. Eso si, cuidado a la hora de masticar.
Con esta receta participamos en el concurso que realiza Cocinando sabores, y Cerezas del Jerte, animaros a participar.

Vamos con la receta.

INGREDIENTES: (12 pasteles)

- 2 planchas de hojaldre, masa quebrada u obleas de empanadillas
- 300 gr. cerezas
- 3 huevos
- 100 gr. de azúcar
- 50 gr. de harina
- 50 gr. de maizena
- 100 gr. de mantequilla
- 500 ml. de leche


ELABORACIÓN:

Lavamos bien las cerezas, retirando los rabitos pero sin deshuesar.
Preparamos la masa, ponemos en un bol los huevos con el azúcar y batimos muy bien. Añadimos poco a poco la harina tamizada, la leche y la mantequilla derretida.
Batimos hasta obtener una crema fina y reservamos.

Precalentamos el horno a 180º C y engrasamos un molde de muffins (12 unidades) y bien recortamos el hojaldre o la masa quebrada en círculos del tamaño de los moldes, o utilizamos como nosotras hemos hecho, obleas de empanadillas, moldeándolos bien, para que se ajusten a las paredes.

Colocamos un par de cerezas sobre cada uno y vertemos la masa sin llegar al borde.
Horneamos durante 30-40 minutos hasta que cuaje y veamos que la superficie de los pastelitos esta dorada.
Dejamos enfriar sobre una rejilla antes de servir.

Además de la clafoutis, en la misma región francesa se originó la flognarde o flaugnarde, es el mismo tipo de tarta pero en lugar de cerezas se elabora con otras frutas, peras, manzanas...lo ideal es hacerlas con aquellas que sueltan poco agua para que el resultado sea óptimo.


Son unos pasteles muy cremosos y jugosos, una delicia con la que vamos a conquistar a nuestros comensales.


Aprovechad las cerezas frescas que tienen una temporada muy corta para realizar este postre tan rico.


Se puede acompañar de yogur, nata, helado de vainilla...

Que los disfrutéis.

jueves, 6 de junio de 2013

GALETTE DE ALBARICOQUES

 

La galette es uno de los postres más famosos de la gastronomía francesa, elaborada con frutas y mermelada.
Aunque se puede preparar con cualquier fruta, nosotras recomendamos con albaricoques porque la combinación de la masa dulce con el sabor, un tanto ácido, de estos frutos, es deliciosa.
Como el albaricoque es más bien una fruta de verano, aprovechad que ya los tenemos en el mercado para elaborar esta fácil receta que además nos ofrece un color fantástico.


Es la fruta que más vitamina nos aporta, tiene una muy buena cantidad de fibra y una pulpa jugosa, con pocas calorías. Al comprar albaricoques debemos tener en cuenta que estén blanditos, que la piel sea suave y que no tengan manchas, así su pulpa será dulce y perfumada como la de algunos frutos orientales.


Ya sabéis que como frutos secos los encontramos con el nombre de orejones.

Con esta galette, estrenamos nuevo diseño del blog, esperamos que sea de vuestro agrado.

Vamos con la receta.

INGREDIENTES:

 Para la masa:

- 250 gr. de harina
- 50 gr. de azúcar
- una cucharada de sal
- 150 gr. de mantequilla fria cortada en cubitos
- 90 ml. leche fría

 Para el relleno:

- 15 albaricoques partidos a la mitad
- 50 gr. de azúcar moreno
- 2 cucharadas de almendras laminadas
- 1 yema de huevo batido
- 3 cucharadas de mermelada de albaricoque


ELABORACIÓN:

En un bol mezclamos la harina, el azúcar y la sal, agregamos la mantequilla deshaciéndola con los dedos y mezclando bien.
Añadimos la leche e integramos perfectamente con un tenedor.
No amasamos, y formamos una bola que envolvemos bien con un film transparente, aplanamos e introducimos en el frigorífico durante una hora.

Precalentamos el horno a 200ºC. Estiramos la masa con un rodillo enharinado, haciendo un círculo de unos 25 centímetros de diámetro y lo colocamos sobre una bandeja con papel de hornear.


Colocamos sobre la masa los albaricoques dejando unos bordes de 4 ó 5 cms. aprox., espolvoreamos con almendra laminada y azúcar.
Doblamos los bordes y volvemos a espolvorear con azúcar.
Horneamos 30-40 minutos hasta que la masa esté dorada.
Dejamos que se enfrie unos 10 minutos y pincelamos con la mermelada de albaricoque.


El resultado de la galette ha sido fantástico, os recomendamos servirla templada y acompañada de helado de vainilla.


Que la disfrutéis.